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¿Cómo hacer que el plástico sea más circular?

Una publicación de Ellen MacArthur de 2016 llamado "La nueva economía del plástico: repensar el futuro del plástico” predijo que si no se hacía nada para impedir que el plástico entrara en los océanos, en 2050 habría más plástico que peces en nuestros mares. Con el mayor consumo de este material desencadenado por la pandemia de COVID-19 asociado a su inadecuada eliminación, nuevos estudios han confirmado este alarmante hecho. , con el apoyo de varias organizaciones, incluida la Universidad de Oxford y la Fundación Ellen MacArthur, denominada “Rompiendo la ola plástica(Rompiendo la ola de plástico, traducción libre), señala que, si continuamos en la trayectoria actual, en 2040 el flujo de plástico que llega a los océanos se triplicará, alcanzando los 29 millones de toneladas al año.

Llama la atención la información de que todos los compromisos ya acordados entre gobiernos y empresas deberían provocar una reducción de sólo 7%, muy por debajo de lo necesario.

Más que confirmar la magnitud del problema, una de las principales conclusiones del estudio es que es posible revertir alrededor de 80% de este volumen si se implementan varias soluciones juntas y si actuamos para ponerlas en práctica lo antes posible.

Algunas medidas ya son bien conocidas y debatidas, como eliminando todos los plásticos innecesarios. El vídeo en el que los investigadores quitan una pajita de plástico de la nariz de una tortuga es suficiente para hacer llorar a cualquiera y no volver a usar una pajita, pero esto está lejos de resolver el problema. Hay que eliminar todo tipo de plástico que no sean imprescindibles. El resto necesita ser diseñado Ser reutilizable, reciclable o compostable.

¿Quieres saber más sobre la sustitución de envases por una lógica de reutilización? Consulte el artículo sobre un estudio realizado por la Fundação Espaço ECO sobre el tema. >>

Aquí hay un gran desafío en el que la industria necesita actuar con mucha innovación, ya sea para reemplazar una serie de materiales que no encajan en estas categorías, o para desarrollar nuevos modelos de negocio y nuevas tecnologías de reciclaje, como el reciclaje químico. un proceso mediante el cual el plástico vuelve a su composición primaria.

Sin embargo, no es posible eliminar o reemplazar todo el plástico. Por tanto, conseguir que este material tenga un destino adecuado y que siempre que sea posible se reincorpore a los procesos productivos, permite seguir utilizando este material tan versátil sin impactar el medio ambiente. Para que esto suceda, debe haber infraestructura de recolección selectiva, unidades de clasificación y fábricas de reciclaje en todos los países, es decir, debe haber infraestructura suficiente para garantizar la recogida y circularidad de este material.

En este punto, el estudio Rompiendo la ola plástica indica la necesidad de ampliar las tasas de recolección de material reciclable en los países en desarrollo en 90% en áreas urbanas y en 50% en áreas rurales, con apoyo e inversión en la cadena de reciclaje informal, además de duplicar la capacidad de reciclaje mecánico en el mundo, ampliándola hasta alcanzar la marca de 86 millones de toneladas por año en 2040. La perspectiva del estudio “Rompiendo la ola plástica"- La solución de la Economía Circular a la contaminación plástica publicado por Ellen MacArthur indica que para que esto suceda es necesario  “Financiamiento anual continuo de alrededor de US$$30 mil millones, en el mejor de los casos”.

Foto: Nick Fewings para Unsplash

En este sentido, el ReciChain, una red de empresas que, organizadas en consorcios de cadenas de valor completas, buscan escalar soluciones de economía circular a través de una plataforma colaborativa, basada en la tecnología blockchain.

A través de esta tecnología, la plataforma permitirá rastrear el volumen de inversiones que realizan las empresas de bienes de consumo para cumplir con las metas de la Política Nacional de Residuos Sólidos y el uso de este recurso en iniciativas que garanticen el aumento de la capacidad instalada de reciclaje de residuos. Uno de los principales objetivos de la iniciativa es, por tanto, garantizar la adicionalidad, es decir, generar un aumento en las tasas de reciclaje, respecto a un escenario inicial (línea base). Además, al ser una tecnología descentralizada e inmutable, blockchain garantiza el incremento y credibilidad de los programas de logística inversa, asegurando la transparencia entre todos los eslabones que forman parte de la cadena de reciclaje, al mismo tiempo que ayuda a generar empleos más justos para quienes trabajan en el sector. sector del reciclaje.

La generación de empleos justos estará garantizada por programas estructurantes, entidades que creen nuevas unidades de selección en función de la inversión realizada, y que además asesoren y auditen las unidades de selección y puedan verificar si estas instalaciones están cumpliendo con las obligaciones y requisitos legales, en incorporación de buenas prácticas y criterios mínimos establecidos por la iniciativa.

 Otra diferencia con el ReciChain es que posibilitará la inversión de otros eslabones de la cadena, como proveedores, quienes podrán invertir en créditos de logística inversa y traspasarlos a sus clientes, promoviendo la cooperación entre los distintos eslabones de la cadena para establecer compromisos en la economía circular.

En total, ocho empresas ya participan de la fase piloto del proyecto: Natura, Henkel, Braskem, Bomix, Triciclos, Wise y Recicleiros y la propia BASF, con el apoyo de la Fundação Espaço ECO.

Además de la cuestión de la contaminación plástica en los océanos, que de por sí ya supone una obligación para todos los sectores implicados en la solución de este problema, la circularidad del plástico puede aportar importantes beneficios financieros a empresas y gobiernos. La industria puede beneficiarse de varias maneras, ya sea asegurando su cumplimiento legal, ya que la legislación ambiental en varios países del mundo se ha vuelto cada vez más restrictiva, o mediante una mayor eficiencia operativa, un menor consumo de materias primas fósiles, además de varios otros beneficios intangibles, como una mayor reputación de marca y lealtad entre los consumidores que son más sensibles a las cuestiones medioambientales y sociales.

Los gobiernos también pueden obtener importantes beneficios económicos, ya que la recolección selectiva y la eliminación adecuada de los residuos sólidos urbanos consumen una parte importante de los fondos de los ayuntamientos, especialmente en los municipios más pequeños.

Aún según el estudio, si iniciamos y avanzamos en el desarrollo de esta agenda positiva de manera sistémica, además de controlar la contaminación plástica en los océanos, habrá ganancias económicas del orden de U$ 70 mil millones para los gobiernos, U$ 1,3 billones para las empresas, además de la generación de más de 700.000 nuevos empleos, si se compara con el escenario Business as Usual. ¿Qué estamos esperando?