La biodiversidad es la encargada de garantizar la variedad de seres vivos y ecosistemas que sustentan la vida en la Tierra. La pérdida de especies y hábitats amenaza la supervivencia de los ecosistemas y puede tener graves consecuencias para la humanidad, como una reducción de la calidad del aire y del agua, una reducción de la seguridad alimentaria y una mayor incidencia de enfermedades.