Al igual que sus antecesores, la generación Z, está revolucionando el mercado, dictando nuevos modelos de negocio y lo que se vuelve “cringe” o no, además de valorar el concepto de sostenibilidad.
En los últimos meses hemos sido testigos de algunos debates que nacieron en internet y terminaron tomando fuerza fuera de las redes. Un ejemplo de esto es la discusión entre los millennials y la generación Z sobre evaluar si una determinada acción o gusto se clasifica como “vergonzoso”. Por ejemplo, desayunar o que te guste Harry Potter te hace “estremecerte” por la generación Z. Pero, ¿cuál es la relación entre todo esto y la sostenibilidad?
La respuesta es sencilla, de hecho es la evolución de la percepción de la generación millennial la que inició un proceso de cambio sin retorno. La Generación Z aporta una nueva perspectiva a las inversiones, a su consumo y a sus elecciones de marca, lo que impacta directamente en el camino que las marcas y sus negocios están poniendo en práctica hoy.
La Generación Z, según una encuesta realizada por Primera visión, superan a sus predecesores en el uso de la sostenibilidad como factor de elección a la hora de consumir un producto. Además, 73% de los encuestados están dispuestos a pagar un precio 10% más alto por productos sostenibles.
Esta generación, que hoy representa 51 millones de personas en Brasil aún no ha llegado al mercado laboral masivo, sin embargo, no sólo tienen influencia sobre el poder adquisitivo del mercado interno, sino que también son partidarios de causas y propósitos.
Es una generación que, al igual que sus antecesoras, los millennials, trajo una revolución al mercado y una tendencia a las marcas. Dictan nuevos modelos de negocio y lo que se vuelve “vergonzoso” o no y valoran el concepto de sostenibilidad, seleccionando marcas en función de la autenticidad de sus acciones medioambientales, su responsabilidad social, su transparencia y su ética.
Con cada generación, la sostenibilidad se convierte en un criterio de elección a la hora de comprar, pero digo aún más en las futuras formas de negocio. Esto se puede ver en el mercado de comida vegana. En Estados Unidos, la generación Z representa 1/4 de la población en el mercado del vegetarianismo y veganismo, según una investigación realizada por El banco británico Barclays. En Brasil, según el IBOPE, En 2020, aunque el país es el quinto mayor consumidor de carne, 47% de brasileños redujeron su consumo de carne en el último año. No sólo por el aumento del precio de la carne, sino principalmente por la creciente concienciación en la búsqueda de soluciones más sostenibles, saludables y libres de crueldad contra los animales.
Este perfil se observa a nivel mundial, de acuerdo con la previsión del Investigación de mercado aliada un crecimiento de 8,4% en los últimos 3 años y una marca de 3.100 millones de dólares en ventas de productos veganos en 2017, según un estudio realizado por Asociación de alimentos de origen vegetal y The Good Food Institute.
Se puede comprobar que, sin lugar a dudas, la generación Z y las próximas generaciones son y serán dictadoras de nuevos hábitos de consumo, tendencias y creadoras de nuevos mercados y negocios. Siguiendo este escenario, empresas e inversores de todo el mundo están adaptando sus negocios para satisfacer las demandas de los nuevos consumidores. Entonces, pregunto, ¿qué ha hecho su organización para embarcarse en esta ola y no volverse “vergonzosa” al no abordar el propósito o la sostenibilidad en su producto?
Compartir